En plena final de la Champions, Inti Gas hizo oídos sordos al mundo y reapareció en Huanta con un triunfo que lo elevó en la tabla. Los de Chilavert vencieron por 2-0 a Gálvez, están en los primeros lugares y reafirman ser un hueso duro de roer.
El capo: Es la (Arro) yave
Andrés Arroyave volvió a hacer incisivo en un encuentro en el que se necesitaba una dosis de desequilibrio para penetrar la barrera que venía proponiendo Gálvez. El colombiano continuamente desbordó por ambos flancos y sacó centros, fórmula que le funcionó ya que a los 75’ aprovechó una descoordinación de Paulo Salinas que originó un autogol.
La clave: Siempre al frente
Rolando Chilavert sabe que su equipo se hace fuerte en casa, es por ello que nunca renunció al ataque y estuvo siempre en búsqueda del gol. Sus pupilos jamás se cansaron de atosigar a los chimbotanos y todos sus cambios fueron en ofensiva: Ricardo Pérez por Fernando Oliveira, Carlos Gonzales por Julio Landauri y Gary Correa por Andrés Arroyave. Al refrescar su frente de ataque se fue con todo y no dejó respirar al cuadro blanquirrojo.
La calamidad: De terror
Debe haber sido una de las peores tardes para el defensor Paulo Ramos: no le salió nada y anduvo muy flojo en el fondo. Constantemente fue superado por Arroyave, por lo que resultó un tanto mareado de tantos amagues y centros para, finalmente, consagrarse como el villano tras marcar un autogol a los 75’.
La joyita: Rompió el cuero
A los 92’+, Henry Colán comandó una gran contra del conjunto ayacuchano y, cuando todo indicaba que iba a ceder el balón para uno de sus compañeros, desenfundó un derechazo rasante que casi sacó chispa de sus botines y este se coló muy pegado al palo de Guevara con una velocidad imposible de atajar el esférico.
El cambiazo: Un respiro para seguir
Carlos Gonzales ingresó a los 69’ por un Julio Landauri que no venía haciendo un trabajo tan destacado. El joven atacante estuvo muy movedizo durante el tiempo que permaneció en cancha y refrescó el ataque gasífero que parecía empezar a agotarse, aunque repuntó hacia el final.
El blooper: Goles que te haces
Paulo Salinas protagonizó el blooper a los 75’ cuando, al intentar despejar un centro de Arroyave, terminó clavando el balón en su propio arco. Nadie en el conjunto visitante podía creer que, después de haber luchado por mantener el cero en casi todo el partido, terminarían perdiendo el partido por un error tan grosero y desafortunado.
La cancha: No tan verde
Inti Gas regresó al estadio Municipal de Huanta tras dos temporadas (su último compromiso en dicho escenario fue en 2011 ante Alianza Atlético) pero el recinto no lucía muy bien y parecía poco apto para el fútbol: muchos vacíos en el verde y espacios mal recortados mostraban grandes desniveles en el campo. No obstante, los gasíferos supieron sacar adelante su juego y lograron un triunfo importante en esta cancha.
Kazuki Ito: Siempre lo mismo
El arbitraje de esta tarde se volvió a ver manchado con una mala actuación de la cuarteta. Esta vez se sumó un tanto más a los anulados sin buen criterio: Ricardo Pérez, con un cabezazo, anotó casi en la línea de gol, pero su anotación fue anulada. No obstante, se encontraba perfectamente habilitado por ‘Chemo’ Ruiz y Fischer Guevara.
Fotos: Ciro Madueño, cortesía Ovación digital